15 enero, 2009

¿Qué deseas que haga por ti?

1º Reyes 3:5-15

Esa pregunta revela tu interés por mi, por saber qué anhela mi corazón. Demuestra también la libertad de elegir que me diste, una libertad que también implica un riesgo. ¿Cómo saber si lo que elija y te pida es lo que te agrada?

Lo que pidió Salomón te satisfizo
y se lo diste, y lo que no había pedido también. Podría no haber reconocido su necesidad de sabiduría, podría haber pedido las riquezas, las victorias y la vida; pensando que su propia inteligencia le bastaría para gobernar y administrar. Pero, por el contrario, reconoció su falencia e hizo la petición correcta. Como consecuencia recibió la sabiduría y todo lo que no pidió por añadidura.

¿Cómo respondería hoy a esa pregunta?
¿Qué te pediría?

Tal vez..., sensibilidad para escuchar tu voz, discernimiento para conocer tu voluntad para mi vida, amor para obedecerte, fortaleza para no pecar contra vos...

Por otra parte..., ¿puedo honestamente hacerte la misma pregunta?

Decirte: Señor, ¿qué querés que haga?

Reconozco que me falta valor...

¿Cuál sería tu respuesta?

¿Estoy realmente dispuesta a darte lo que me pidas?

5 comentarios:

  1. Hola Patricia, soy Eva y vengo desde el blog de Keila, creo que respondo a tu pregunta con las palabras de Pedro "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo..."

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  2. Interesante "vuelta de tortilla" a la pregunta...

    Por mi parte, esa misma pregunta la hago ya, necesito de hecho saber qué quiere Dios de mí... No me necesita, pero sé que puede usarme. Y esa respuesta es mi anhelo diario, el estar justo donde debo estar.

    Por otro lado, si tuviera que pedir algo para mí, sería justo eso, saber qué quiere Él.

    ¿Sabes? Hace ya tiempo que me cansé de pedir para mi, y para mí, y para mí... Es más gratificante cuando busco algo que pueda edificar a los demás :)

    Saludos...

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  3. Eva, hola, gracias por pasar por aquí. Que linda esa palabra que mencionas y que bueno saber que, aún cuando sintamos que nuestro amor flaquea, su amor permanece inalterable y nos sostiene.
    Un abrazo.

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  4. David, que gran verdad, poder dejar de "mirarse el ombligo" y mirar alrededor, siendo sensibles para ver la necesidad. Como dice la palabra, él ya preparó cosas de antemano y tal vez quiera asignarnos alguna y nos permita ser usados para beneficio de los demás.
    Saludos.

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  5. Anónimo12:45 a. m.

    Buen punto Patricia, directo al corazon.

    Si Dios me preguntara eso, responderia lo mismo que Salomon, necesito sabiduria, solo eso.
    Virandolo del otro lado, pienso mucho en el versiculo de Malaquias 6:8 "...él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.". Creo que es algo tan personal, solo el oido de nuestra alma sabra escuchar la voz de Dios diciendo el camino a seguir.

    Un abrazo.

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