17 mayo, 2006

No te detengas...

La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años; pero lo importante no cambia.
Tu fuerza, tu convicción, no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña.
Detrás de cada línea de llegada hay una de partida.
Detrás de cada logro hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.
Sigue, aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa bastón.
Pero nunca te detengas.

Teresa de Calcuta


12 mayo, 2006

Él se humilló a sí mismo

No es que Dios esté tan alto que sólo unos pocos iluminados lo puedan conocer y entender. Más bien, Dios se ha puesto él mismo a tal nivel que pocos de nosotros estamos dispuestos a bajar lo suficiente para verlo...

"Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz".

Filipenses 2:5-8