30 marzo, 2008

Ahora...

“...Mira, ahora que ya estás sano, no vuelvas a pecar...”

Juan 5:14

Ahora que he puesto en orden mi altar y el fuego se ha encendido de nuevo, no permitas que vuelva a descuidarlo y ese fuego se consuma y me enfríe, y me muera.

Ahora que finalmente tomé la decisión y actué de modo que mis ídolos fueron quitados de los lugares altos de mi corazón, no dejes que vuelva a darles el lugar que antes tenían, no sea que caiga otra vez en esclavitud y en adulterio para con vos.

Ahora que resolví moverme en obediencia, sujetando mi voluntad a la tuya, no permitas que la debilidad vuelva a dominarme, empujándome a una vida de esterilidad y frustración.

Ahora que mi vida ya ha sido sanada, quiero desechar para siempre el pecado, declarar la guerra a las pequeñas zorras que arruinan la viña y le impiden dar abundante fruto.

Fortaleceme.

Debo aprender, finalmente aprender, que no tengo que esperar a tropezar para apoyarme en la roca eterna.

Que no tengo que esperar a sentir el aliento frío de la muerte para quitar las cenizas y avivar el fuego.

Que no tengo que esperar a estar extraviada para preguntar al guía cuál es el camino.

Que no tengo que esperar a que la amargura empañe el gozo para arrancarla de raíz y echarla lejos.

Mantené tu vida latiendo en mi, tu fuego ardiendo.

Que ya no viva yo.

Viví tu vida en mí.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por pasar por aquí. Te invito a dejar tu comentario, las semillas enriquecedoras, llegadas de otros campos, siempre son bienvenidas.