"Tomó luego Samuel una piedra, la colocó entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, porque dijo: "Hasta aquí nos ayudó Jehová".
1º Samuel 7:12
Gracias, Señor, porque siempre estuviste cercano, cargándome en tus brazos cuando la arena del desierto se puso demasiado caliente, siendo fiel a tu promesa que dice que nunca me dejarás ni me desampararás.
Así fue. Así es. Así será...
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