20 abril, 2006

Diferencia

"La diferencia entre una persona de fuertes convicciones y un fanático es que, el de fuertes convicciones es capaz de dejarse matar por guardarlas; mientras que el fanático es capaz de matar a otro con tal de imponer sus ideas".
Anónimo


10 abril, 2006

Pascua 4 - ¡¡¡Resucitado!!!

"Yo les doy vida eterna, y jamás perecerán ni nadie me las quitará" Juan 10:28

Cualquiera podría pensar que sólo se trató de una ejecución más, de las tantas que llevaban a cabo los romanos de la época. Pero hubo una diferencia sustancial: esta vez el muerto no se quedó en la tumba. Dios lo levantó. Resucitó. Y ese es el fundamento de la certeza de saber que mi vida no termina aquí, que no son setenta u ochenta años en esta tierra. Mi vida va más allá de los límites de este cuerpo que se cansa, se desgasta y se marchita. Mi vida va más allá de mis fuerzas, permanece en él, por él y para él. Mi vida trasciende más allá de los límites del tiempo que alcance a vivir aquí. Jamás pereceré y nada ni nadie podrá quitarme de la mano de mi Señor; no hay poder en el cielo ni en la tierra que pueda hacerlo. Él ganó la vida eterna para mí en esa cruz, por amor. Un día lo veré. Un día se acabará este instante fugaz en medio de la eternidad que es la vida en esta tierra. Ese día lo veré. Ese día lo conoceré tan bien como él me conoce. Ese día veré al pastor y no necesito imaginar su aspecto, lo reconoceré por su voz cuando me nombre. No sé qué haré en ese momento. No sé si podré decir algo o sólo podré llorar de felicidad cuando lo vea. No me imagino qué vaya a hacer yo. Sólo espero que él me abrace.




Pascua 3 - Quebrantado


"Jesús sabía que ya todo se había cumplido". Juan 19:28
"...y entregó el espíritu". Juan 19:30

Jesús sabía que nada ocurría por casualidad, que cada circunstancia, cada palabra, cada acto obedecía a un propósito. Él sabía que todo conducía a que se cumpliera el plan de salvación que el Padre había puesto en marcha desde el momento de la caída. Y él supo exactamente el momento en que ya todo se había cumplido. Y entonces, recién entonces, entregó el espíritu. Lo entregó. No le fue quitado, no le fue arrebatado. Lo dio. Se entregó al abrazo frío de la muerte sabiendo que la mano del Padre estaba lista para librarlo del abismo y darle otra vez la vida. La vida que él dio, que él entregó. La vida que él puso voluntariamente como pago por la mía.

Pascua 2 - por amor

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Pensaste en mí, Jesús, cuando aún faltaban siglos
para que yo aceptara tomarme de tu mano,
y ahora comprendo que fue tu amor por mí y no los clavos
lo que te sostuvo hasta el fin, crucificado.


Pascua 1 - Getsemaní

(Jesús): Padre, si quieres, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya. En esto se le apareció un ángel del cielo, para darle fuerzas. En medio de su gran sufrimiento, Jesús oraba aún más intensamente, y el sudor le caía a tierra como grandes gotas de sangre"

Lucas 22:42-44

Jesús podría haberse vuelto atrás, podría haber decidido no obedecer a la voluntad de Dios, podría haber concluido que todo lo que se avecinaba era demasiado para él, que no sería capaz de enfrentarlo.

Pero eligió obedecer, eligió dejar de lado su voluntad para abrazar la del Padre y pagar el precio de mi libertad. Un precio que nunca hubiese podido pagar yo.