10 abril, 2006

Pascua 1 - Getsemaní

(Jesús): Padre, si quieres, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya. En esto se le apareció un ángel del cielo, para darle fuerzas. En medio de su gran sufrimiento, Jesús oraba aún más intensamente, y el sudor le caía a tierra como grandes gotas de sangre"

Lucas 22:42-44

Jesús podría haberse vuelto atrás, podría haber decidido no obedecer a la voluntad de Dios, podría haber concluido que todo lo que se avecinaba era demasiado para él, que no sería capaz de enfrentarlo.

Pero eligió obedecer, eligió dejar de lado su voluntad para abrazar la del Padre y pagar el precio de mi libertad. Un precio que nunca hubiese podido pagar yo.

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